domingo, 3 de enero de 2016

No se si algún día leerás esto, y no quisiera predicar en el desierto, pero aun así te cuento.
Puede que yo no sea la mejor en eso de hablar, puede que no sepa hacer lo correcto a veces, que me deje guiar por el momento o por lo que siento, que no vea lo que quizás hay detrás. 
Puede que no haya llevado las cosas de la manera correcta y que en última instancia haya metido la pata hasta el más allá, pero también no dejo de pensar que todo eso ocurre porqué no hago otra cosa que intentar buscar solución, que intentar que todo esté bien, que nadie salga herido... y quizás ese es el problema... que no todo está en mi mano.
Y por tu parte lo único que veo es ganas de ver la oportunidad para intentar clavar un puñal, intentar ver una debilidad para atacar o intentar darle tu propio significado a las cosas, por mas que te las quiera explicar...
Esto no es un juicio donde haya que buscar un culpable,
Esto no es una pregunta a la que haya que responder un porqué
Esto es lo que es, es la vida, somos personas y son sentimientos.
Y los sentimientos ni se eligen ni se pueden controlar, vienen, se quedan  y se vuelven a ir... Es así de simple y complejo a la vez...
Y el problema es que no hay nada que entender, no hay nada que cerrar, ni ningún cabo que atar.
Esto no es una manera de decir un adiós definitivo, porque nunca me han gustado, pero si que es una manera de poner un poco de espacio y tiempo que es quizás lo único que pueda sanar todo esto.
Gracias por todo lo bueno y lo malo.
Lo bueno lo recordaré con cariño.
De lo malo he aprendido y aprenderé para que no vuelve a suceder más veces.
...La verdad es que nunca se sabe cuando se están haciendo las cosas bien, cada persona es un mundo y nadie viene con manual de instrucciones... 
Se trata de vivir improvisando a ver que funciona y que no, para que eso que no funciona no se vuelva a repetir.
Y sin más...

Hasta pronto.

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