viernes, 2 de enero de 2015

Capítulo 2 de 365

Alrededor de un café muchas cosas pueden pasar, son tantos los motivos que nos llevan a reunirnos ante uno, pienso en todos los cafés importantes de mi vida y me encanta tener esos recuerdos asociados a una maravillosa taza.

Cuando estudio psicopatología, siempre me surge lo mismo, ¿Donde está el límite entre lo normal y lo "anormal" lo "no normal"? ¿Por qué pasan ciertas cosas?

Entiendo que hay trastornos que cuando interfieren en el transcurso normal de la vida de la propia persona o de los que están a su alrededor, es lógico que eso no se entienda como algo normal... pero por lo demás...
Muchos de los problemas residen por no darle la normalidad a muchas cosas que la tienen, por meter "las narices" más de la cuenta en ciertos aspectos. De ahí reside la poca tolerancia que se tiene a día de hoy a muchos temas en la orden del día de la sociedad.
¿Falta de información, falta de educación, miedo a "lo distinto"? Quien sabe...

Nos "hace falta un buen puchero" a más de uno para espabilar... Una mirada fuera de nosotros mismos, una mirada hacia eso que desconocemos, hacia aquello sobre lo que "desconocemos", hacia aquello que ignoramos o tenemos mal aprendido.

Hace no mucho escuche algo de "que el problema de la gente que tiene la mente cerrada es que tienen la boca abierta" o algo así, y opino que nada más lejos de la realidad, que hay mucha razón en esa frase. Hace falta más valentía, hace falta mas valor para callar esas bocas, nada se cambia en dos días, pero poco a poco y grano a grano se puede hacer esa montaña que tanto puede hacer falta a muchas personas el día de mañana...


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